Siempre he sido bastante reacia a celebrar el día de San Valentín. Creo que el amor se demuestra en el día a día pero es cierto que un detalle romántico a veces también trae aire fresco a la pareja. Así que en Carol Sugarcakes lo hemos querido celebrar creando un postre especial y romántico.
Los colores son el rojo y el chocolate. Los de la pasión, por excelencia. Hasta aquí nada nuevo ni reinventado. Solo se trataba de hacer un detalle bonito y sabroso y el resultado ha sido satisfactorio.
La receta, además, es muy sencilla y cualquiera la puede hacer. Así que animáos que aquí os dejo los ingredientes:
Para la masa:
250 grs de harina
100 grs de azúcar
100 grs de mantequilla temperatura ambiente
1 huevo
1 pizca de sal
Tamizar la harina sobre una superficie limpia de trabajo no porosa. Hacer un agujero en el centro en forma de volcán y poned el azúcar, la mantequilla y la sal.
Mezclar todo bien trabajando con la punta de los dedos. Una vez todo bien mezclado volver a hacer el volcán y añadid el huevo. Tengo que decir en este punto que cuando hice esta receta por primera vez, la saqué de un libro de cocina de un repostero buenísimo y en la receta decía 2 huevos. Aquello quedó muy líquido y fue un empastre. Con los años me he dado cuenta de que las recetas pueden variar mucho según el tipo de harina que se usa, el agua, la humedad del ambiente, el tamaño de los huevos. Si en esta receta el huevo es de tamaño L, nos basta. Si es muy pequeño necesitaremos dos. Pero en cualquier caso siempre se pueden hacer pequeñas modificaciones para conseguir la masa perfecta.
Sigamos. Una vez bien mezclado con el huevo y con las puntas de los dedos pasamos a amasar con las palmas de las manos hasta que hacemos una bola bien compacta y brillante. La envolvemos en film transparente y la metemos en la nevera una hora como poco. En este punto la masa aguantaría en el frigorífico unos tres días y tres meses en congelador. Así que lo ideal es hacerla con antelación.
Cuando vayamos a usarla, la sacamos y la amasamos bien. Si lo hacemos sobre papel vegetal poniendo otro por encima será más sencillo. Hacemos una planca fina, de unos 2 mm y cortamos círculos algo más grandes que los moldes que vayamos a usar para hornear. Colocamos en molde y volvemos a dejarlo en nevera 20 minutos como mínimo. Los sacamos, pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con un círculo que habremos cortado previamente de papel vegetal que cubrimos con garbanzos secos para que hagan de peso. Esto se llama hornear a ciegas. Previamente habremos calentado el horno. Ponemos las tartaletas a 180 º durante 10 minutos. Pasado este tiempo sacamos, quitamos el papel y los garbanzos y horneamos otros 5 minutos. Sacamos y dejamos enfríar.
Para el relleno:
200 grs de frambuesas frescas
Hojas de menta fresca
Separamos unas frambuesas bonitas, unas tres por tartaleta y las reservamos. Con el resto las cortamos en dos y mezclamos con las hojas de menta que habremos picado bien previamente.
Rellenamos las tartaletas con la mezcla.
Para la cubierta
300grs de chocolate negro de repostería
200 ml de nata líquida para montar
1 cucharada de mantequilla
Hacemos un ganache poniendo la nata a calentar. La vertemos sobre las tres cuartas partes del chocolate troceado cuando rompa a hervir y mezclamos hasta que esté bien cremoso. Para atemperar el chocolate añadimos el resto de chocolate negro a trocitos bien pequeños. Cuando todo esté derretido y mezclado la cucharada de mantequilla será el toque que le dará brillo. Removemos hasta que la veamos desaparecer y vertemos la mezcla sobre las tartaletas.
Una vez hecho es mejor poner en nevera rápidamente para que se enfríe con la forma que le hemos dado. Es mejor si va en caja o tuper para que el frío no queme el brillo del chocolate.
Al sacar decorar con las frambuesas y las hojas de menta y si tenéis fondant en casa podéis añadir lo que queráis. Yo hice unos pequeños corazones.
Espero que os haya gustado!
Besos azucarados.
Los colores son el rojo y el chocolate. Los de la pasión, por excelencia. Hasta aquí nada nuevo ni reinventado. Solo se trataba de hacer un detalle bonito y sabroso y el resultado ha sido satisfactorio.
La receta, además, es muy sencilla y cualquiera la puede hacer. Así que animáos que aquí os dejo los ingredientes:
Para la masa:
250 grs de harina
100 grs de azúcar
100 grs de mantequilla temperatura ambiente
1 huevo
1 pizca de sal
Tamizar la harina sobre una superficie limpia de trabajo no porosa. Hacer un agujero en el centro en forma de volcán y poned el azúcar, la mantequilla y la sal.
Mezclar todo bien trabajando con la punta de los dedos. Una vez todo bien mezclado volver a hacer el volcán y añadid el huevo. Tengo que decir en este punto que cuando hice esta receta por primera vez, la saqué de un libro de cocina de un repostero buenísimo y en la receta decía 2 huevos. Aquello quedó muy líquido y fue un empastre. Con los años me he dado cuenta de que las recetas pueden variar mucho según el tipo de harina que se usa, el agua, la humedad del ambiente, el tamaño de los huevos. Si en esta receta el huevo es de tamaño L, nos basta. Si es muy pequeño necesitaremos dos. Pero en cualquier caso siempre se pueden hacer pequeñas modificaciones para conseguir la masa perfecta.
Sigamos. Una vez bien mezclado con el huevo y con las puntas de los dedos pasamos a amasar con las palmas de las manos hasta que hacemos una bola bien compacta y brillante. La envolvemos en film transparente y la metemos en la nevera una hora como poco. En este punto la masa aguantaría en el frigorífico unos tres días y tres meses en congelador. Así que lo ideal es hacerla con antelación.
Cuando vayamos a usarla, la sacamos y la amasamos bien. Si lo hacemos sobre papel vegetal poniendo otro por encima será más sencillo. Hacemos una planca fina, de unos 2 mm y cortamos círculos algo más grandes que los moldes que vayamos a usar para hornear. Colocamos en molde y volvemos a dejarlo en nevera 20 minutos como mínimo. Los sacamos, pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con un círculo que habremos cortado previamente de papel vegetal que cubrimos con garbanzos secos para que hagan de peso. Esto se llama hornear a ciegas. Previamente habremos calentado el horno. Ponemos las tartaletas a 180 º durante 10 minutos. Pasado este tiempo sacamos, quitamos el papel y los garbanzos y horneamos otros 5 minutos. Sacamos y dejamos enfríar.
Para el relleno:
200 grs de frambuesas frescas
Hojas de menta fresca
Separamos unas frambuesas bonitas, unas tres por tartaleta y las reservamos. Con el resto las cortamos en dos y mezclamos con las hojas de menta que habremos picado bien previamente.
Rellenamos las tartaletas con la mezcla.
Para la cubierta
300grs de chocolate negro de repostería
200 ml de nata líquida para montar
1 cucharada de mantequilla
Hacemos un ganache poniendo la nata a calentar. La vertemos sobre las tres cuartas partes del chocolate troceado cuando rompa a hervir y mezclamos hasta que esté bien cremoso. Para atemperar el chocolate añadimos el resto de chocolate negro a trocitos bien pequeños. Cuando todo esté derretido y mezclado la cucharada de mantequilla será el toque que le dará brillo. Removemos hasta que la veamos desaparecer y vertemos la mezcla sobre las tartaletas.
Una vez hecho es mejor poner en nevera rápidamente para que se enfríe con la forma que le hemos dado. Es mejor si va en caja o tuper para que el frío no queme el brillo del chocolate.
Al sacar decorar con las frambuesas y las hojas de menta y si tenéis fondant en casa podéis añadir lo que queráis. Yo hice unos pequeños corazones.
Espero que os haya gustado!
Besos azucarados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario