Hola otra vez!
En esta ocasión os dejo aquí algo muy sencillo y muy rápido de hacer. Se puede hacer con y sin gluten y es, además, muy fresco.
En mi caso lo hice porque tenía en la nevera un kilo de fresas muy hermosotas que compré de oferta. Pero se puede hacer con cualquier fruta que debamos terminar o que nos guste.
Es una tarta de masa quebrada con crema pastelera y frutas.
Para hacer la masa vamos a necesitar mantequilla, harina (con o sin gluten) una pizca de sal, una de azúcar y un huevo. Tenemos que saber que esta masa puede resultar poco consitente una vez cocida (de ahí el nombre de masa quebrada) y por eso es importante trabajarla bien y añadir el huevo para que ayude a unir la masa (en el caso de que la masa sea sin gluten es todavía más complicado, pero posible).
No os voy a dar cantidades porque yo lo suelo hacer a ojo. Lo que hago es poner en un bol unas 6 ó 7 cucharadas colmadas de harina (repito, con o sin gluten). Si podéis, es mejor tamizarla antes de verterla en el bol. Luego añadir una buena cantidad de mantequilla en dados. Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente (ni fría de la nevera ni licuada al microondas) para que se pueda trabajar bien la masa. A medida que vayamos mezclando la harina con la mantequilla, la sal y el azúcar veremos si necesitamos más o menos mantequilla. Cuando esté bien mezclado hay que añadir el huevo y seguir trabajando hasta que la bola se nos despegue de las manos. No tiene que estar pegajosa ni demasiado seca. Por eso, si veis que necesita más harina o más mantequilla podéis añadirla en pequeñas cantidades.
Una vez hecha la bola hay que envolverla en film transparente y dejar en la nevera una hora máximo. Después estirar con un rodillo (no trabajarla mucho porque se resquebrajaría) y darle la forma deseada dentro del molde (cualquiera sirve, incluso los de bizcocho). Solo hay que dejar un pequeño reborde de 2 centímetros que podemos dar forma con los dedos.
Es bueno pinchar con un tenedor en la base para que al hornear no se levante. Luego precalentar el horno unos 10 minutos a 180 grados y hornear durante unos 20 a esa misma temperatura.
Cuando la masa esté hecha hay que dejarla enfriar y luego rellenarla con la crema pastelera previamente preparada. Yo la hago poniendo a hervir un buen vaso de leche con una ramita de canela y un trozo de piel de limón. A parte mezclar una yema de huevo con un par de cucharadas de azúcar y una buena cucharada de maizena. Cuando la leche hierva, bajar el fuego al mínimo y añadirle la mezcla de yema, azúcar y maizena y dejar a fuego suave sin dejar de remover hasta que espese. Dejar enfriar antes de rellenar la tartaleta.
Una vez rellena la masa con la crema solo hay que cortar las fresas (o la fruta elegida que puede ser plátano, kiwi, moras, frambuesas, arándanos, manzana...o una mezcla de todo) y colocarlas sobre la tartaleta dejando que se vea la parte más bonita de la fruta. Si tenéis azúcar glass en casa queda muy bien espolvorear un poco sobre la fruta o, la otra opción es hacer un almíbar ligero al que se le puede añadir un poco de agar agar y con un pincel cubrir la fruta para darle brillo y que dure más.
En fin. Espero que disfrutéis de esta receta y que os guste mucho!!
Y recordar..No tengáis miedo a innovar o a hacer pequeños cambios en las recetas. La cocina no es inamovible y es bueno adaptarla a nuestros gustos!!
En esta ocasión os dejo aquí algo muy sencillo y muy rápido de hacer. Se puede hacer con y sin gluten y es, además, muy fresco.
En mi caso lo hice porque tenía en la nevera un kilo de fresas muy hermosotas que compré de oferta. Pero se puede hacer con cualquier fruta que debamos terminar o que nos guste.
Es una tarta de masa quebrada con crema pastelera y frutas.
Para hacer la masa vamos a necesitar mantequilla, harina (con o sin gluten) una pizca de sal, una de azúcar y un huevo. Tenemos que saber que esta masa puede resultar poco consitente una vez cocida (de ahí el nombre de masa quebrada) y por eso es importante trabajarla bien y añadir el huevo para que ayude a unir la masa (en el caso de que la masa sea sin gluten es todavía más complicado, pero posible).
No os voy a dar cantidades porque yo lo suelo hacer a ojo. Lo que hago es poner en un bol unas 6 ó 7 cucharadas colmadas de harina (repito, con o sin gluten). Si podéis, es mejor tamizarla antes de verterla en el bol. Luego añadir una buena cantidad de mantequilla en dados. Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente (ni fría de la nevera ni licuada al microondas) para que se pueda trabajar bien la masa. A medida que vayamos mezclando la harina con la mantequilla, la sal y el azúcar veremos si necesitamos más o menos mantequilla. Cuando esté bien mezclado hay que añadir el huevo y seguir trabajando hasta que la bola se nos despegue de las manos. No tiene que estar pegajosa ni demasiado seca. Por eso, si veis que necesita más harina o más mantequilla podéis añadirla en pequeñas cantidades.
Una vez hecha la bola hay que envolverla en film transparente y dejar en la nevera una hora máximo. Después estirar con un rodillo (no trabajarla mucho porque se resquebrajaría) y darle la forma deseada dentro del molde (cualquiera sirve, incluso los de bizcocho). Solo hay que dejar un pequeño reborde de 2 centímetros que podemos dar forma con los dedos.
Es bueno pinchar con un tenedor en la base para que al hornear no se levante. Luego precalentar el horno unos 10 minutos a 180 grados y hornear durante unos 20 a esa misma temperatura.
Cuando la masa esté hecha hay que dejarla enfriar y luego rellenarla con la crema pastelera previamente preparada. Yo la hago poniendo a hervir un buen vaso de leche con una ramita de canela y un trozo de piel de limón. A parte mezclar una yema de huevo con un par de cucharadas de azúcar y una buena cucharada de maizena. Cuando la leche hierva, bajar el fuego al mínimo y añadirle la mezcla de yema, azúcar y maizena y dejar a fuego suave sin dejar de remover hasta que espese. Dejar enfriar antes de rellenar la tartaleta.
Una vez rellena la masa con la crema solo hay que cortar las fresas (o la fruta elegida que puede ser plátano, kiwi, moras, frambuesas, arándanos, manzana...o una mezcla de todo) y colocarlas sobre la tartaleta dejando que se vea la parte más bonita de la fruta. Si tenéis azúcar glass en casa queda muy bien espolvorear un poco sobre la fruta o, la otra opción es hacer un almíbar ligero al que se le puede añadir un poco de agar agar y con un pincel cubrir la fruta para darle brillo y que dure más.
En fin. Espero que disfrutéis de esta receta y que os guste mucho!!
Y recordar..No tengáis miedo a innovar o a hacer pequeños cambios en las recetas. La cocina no es inamovible y es bueno adaptarla a nuestros gustos!!
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